Te daremos una pista: su finalidad está definida en su nombre. Así es, una de sus principales funciones es “amortiguar” la cantidad de ruido que sale del tubo de escape.
¿Cuáles son los síntomas de un silenciador en mal estado?
El signo más evidente de un silenciador defectuoso es el ruido excesivo que sale del tubo de escape.
Esto suele coincidir con un descenso del consumo de combustible, una aceleración lenta o un fallo de encendido del motor. Ignorar los problemas del silenciador no sólo puede dañar tu motor, sino que también puede suponer una fuerte multa.
Por suerte, en esta pequeña guía cubriremos todo lo que siempre has querido saber sobre la reparación de silenciadores, así como los costes asociados a ellos.
Pero primero, veamos con más detalle qué es un silenciador y cómo funciona.
¿Qué es un silenciador y cómo funciona?
Un silenciador es la última parte del sistema de escape por la que pasan los gases de escape antes de salir por el tubo de escape. Sin uno, tu coche emitiría un fuerte gruñido en lugar del tenue estruendo al que estás acostumbrado.
Hay varios tipos de silenciadores, como los de cámara, los turbo y los de paso directo.
Un silenciador con cámara funciona redirigiendo las ondas sonoras que entran unas sobre otras, lo que las anula de forma efectiva. Por si no lo sabías, esto es similar a cómo funcionan los auriculares con cancelación de ruido. Emiten una frecuencia específica para neutralizar ciertos ruidos antes de que lleguen a tu oído.
Un silenciador turbo funciona de forma muy parecida a un silenciador con cámara, pero va un paso más allá. En lugar de una cámara, los gases pasan por una serie de tubos perforados rodeados de materiales insonorizantes.
No sólo es el tipo de silenciador más eficaz, sino también el más común.
Y, por último, está el silenciador directo. Como su nombre indica, los gases de escape pasan directamente por este tipo de silenciador en lugar de circular. En su interior hay un tubo perforado que está rodeado de lana de acero y aislamiento de fibra de vidrio.
La diferencia es que, en lugar de emitir ondas sonoras, un silenciador directo las convierte en calor.
Los silenciadores rectos aumentan el rendimiento al reducir la contrapresión del motor. Esto se debe a que los gases pueden fluir libremente en lugar de ser obstaculizados, lo que conduce a un aumento de la potencia y a un mayor ahorro de combustible.
El inconveniente de los silenciadores rectos es que no amortiguan el ruido tan bien como los otros tipos. En cambio, lo limpian para producir algo más refinado. Además, rara vez tienen un catalizador, que es obligatorio por ley en los vehículos más nuevos para ayudar a reducir las emisiones.
Ahora que tienes una idea más clara de lo que es un silenciador y cómo funciona. Veamos algunos de los síntomas más comunes que sugieren que el tuyo tiene un problema.
Síntomas de un silenciador en mal estado
Ruido de escape excesivo
Como habrás adivinado, si tu silenciador ya no amortigua el sonido de tu escape, es probable que haya un problema con él.
Debido a su ubicación cercana al suelo, los silenciadores sufren mucho abuso. Si el tuyo acaba oxidándose o desarrolla una grieta, se escapará un fuerte gruñido detrás del tubo de escape.
Sin embargo, esto no significa específicamente que la causa sea el silenciador. También puede deberse a una fuga en la junta del colector, que sella la conexión entre la culata y el colector de admisión.
En cualquier caso, si tu silenciador suena como un dinosaurio enfadado, es probable que atraigas la atención de las autoridades, lo que puede suponer una fuerte multa.
Un descenso en el consumo de combustible
Si pasas más tiempo en el surtidor de gasolina, puede deberse a un problema con tu silenciador, especialmente si coincide con otros elementos de esta lista. ¿Por qué? Porque cuando no funciona correctamente, tu motor tiene que trabajar más, lo que significa que quemará más combustible.
Los silenciadores son obligatorios por ley en todos los vehículos modernos del país. Por ello, los fabricantes de automóviles diseñan sus coches pensando en ellos, incorporándolos en la puesta a punto de su funcionamiento. Si hay un problema con tu silenciador, es probable que desequilibre todo el sistema.
Sonidos de golpes, traqueteos o choques
Si aún no te has dado cuenta, cualquier ruido de tu silenciador que no sea un tenue estruendo que sale del tubo de escape, sugiere que algo no va bien.
Si oyes un sonido de golpeteo o de choque, es posible que uno de los soportes que sujetan el silenciador se haya soltado o se haya roto. En este caso, puedes notar que tu silenciador se hunde, o incluso se arrastra por el suelo.
En cuanto a un sonido de traqueteo procedente de tu sistema de escape, esto sugiere que tu catalizador podría estar fallando.
Un catalizador se encarga de reducir la toxicidad del aire que sale por el tubo de escape. Si el tuyo es viejo o está dañado, sus componentes internos pueden empezar a colapsar, lo que puede provocar un sonido de traqueteo.
Olores fuertes
Hay una razón por la que tu tubo de escape se encuentra en la parte trasera del vehículo. Porque los gases que salen de él son insalubres de inhalar, e incluso mortales en dosis elevadas.
Algunos de ellos son:
Formaldehído
Monóxido de carbono
Benceno
Dióxido de nitrógeno
Óxido nitroso
Hidrocarburos policíclicos
Dióxido de azufre
Si empiezas a notar un fuerte olor a gas (o a cualquier tipo de sustancia química), puede haber una grieta o un agujero en tu silenciador. También es posible que haya un daño en tu tubo de escape en alguna parte antes del catalizador.
Aceleración lenta
Es bastante fácil darse cuenta de que tu coche no funciona bien. Si experimentas una falta de potencia al intentar acelerar, es posible que haya una fuga en alguna parte del sistema de escape, como el silenciador.
Dependiendo de dónde esté la fuga, puede hacer que tu sensor de O2 se desconecte. El ECM intentará entonces compensar ajustando la mezcla de aire y combustible dentro de la cámara de combustión, lo que puede provocar una pérdida de potencia.
Fallos de encendido del motor
Al igual que ocurre con el ahorro de combustible y la aceleración lenta, si hay un problema con el silenciador, puede provocar que el motor falle. Esto suele ocurrir debido a una mezcla incorrecta de aire y combustible dentro de la cámara de combustión.
Aunque no significa necesariamente que haya una fuga en el escape, lo sugiere. Otras posibilidades son unas bujías desgastadas, una fuga de vacío, unas juntas de válvula desgastadas o un fallo del inyector de combustible.
Independientemente de los síntomas exactos, nunca es buena idea ignorar un problema en el silenciador. No sólo es probable que gastes más en combustible, sino que también puede hacer que se necesiten costosas reparaciones del motor.
Costes de reparación/sustitución del silenciador
Lo bueno de un silenciador dañado es que, a no ser que esté completamente reventado, es probable que se pueda reparar.
Costes de sustitución del silenciador
Si tienes que sustituirlo, espera gastar entre 150 y 300 dólares. El importe exacto depende de la marca y el modelo de tu coche, del tipo de silenciador que sustituyas y de si hay que cambiar también otras piezas.
Algunos vehículos, como los modelos de lujo o de alto rendimiento, pueden tener un silenciador de alta calidad, cuya sustitución probablemente cueste más. Tal vez puedas reducir los costes sustituyéndolo por un silenciador del mercado de accesorios que no esté fabricado para ningún modelo específico.
Ten en cuenta, sin embargo, que las piezas OEM son casi siempre recomendadas por los expertos en automoción. Garantizan que tu vehículo funcione como estaba previsto originalmente. Además, no deberían afectar a ninguna garantía del fabricante si las instala un mecánico certificado.
Costes de reparación del silenciador
Afortunadamente, si hay un agujero en tu silenciador, ya sea por óxido o por daños, hay muchas posibilidades de repararlo. Normalmente consiste en sellar el agujero con una pasta especial, cinta adhesiva o un parche. Muchos de ellos (dependiendo de la magnitud del daño) son posibles en casa.
Si se trata de algo más grave que requiere la sustitución de una sección de la tubería alrededor del silenciador, puede ser mejor dejar que se encargue un profesional. De todos modos, incluso en este caso, no deberías gastar más de 200 dólares. Aunque, ten en cuenta que esto probablemente no incluya la tarifa de diagnóstico.
Lo mejor es hacer un examen visual del silenciador, buscando cualquier signo claro de daño. Si observas un agujero o una zona oxidada, es probable que puedas repararlo tú mismo.
Si el silenciador o las tuberías que lo rodean se han aplastado o doblado, llevarlos a un profesional puede ser la mejor opción.
Si tu coche suena como un cohete, puede ser tu silenciador
Los daños en el silenciador son una de esas cosas que no puedes ignorar.
Aunque puedas vivir con un descenso de la potencia o del consumo de combustible, o con un sonido de golpeteo o traqueteo. No llegarás muy lejos si tu coche suena como un cohete.
¿Por qué? Porque lo más probable es que acabes con una multa de tráfico que sume más de lo que hubiera costado una reparación en primer lugar.
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