Muchas cosas pueden hacer que tus frenos rechinen. Algunas de las más comunes son las pastillas de freno desgastadas o de baja calidad, un rotor dañado o la falta de lubricación.
Si notas que tus frenos rechinan, debes hacer que los inspeccionen de inmediato. De lo contrario, aumentas las posibilidades de que se produzca un accidente.
Buenas noticias, ya que en esta guía te explicaremos todo lo que necesitas saber sobre los frenos que rechinan. Empezaremos por repasar los muchos ruidos que pueden hacer tus frenos.
A continuación, veremos las 6 razones principales por las que tus frenos emiten ruidos molestos y cómo solucionarlos.
¿Tus frenos rechinan, chirrían o traquetean?
Si nunca has experimentado las miradas provocadas por unos frenos ruidosos, considérate afortunado. Pero no sólo proporcionan fama instantánea, también son un riesgo para la seguridad.
Según una encuesta realizada en 2015 por la NHTSA, los frenos defectuosos causaron el 22% de los accidentes registrados entre 2005 y 2007.
Afortunadamente, el sonido que emiten ayuda a identificar el problema.
Por ejemplo, el traqueteo, como el temblor de un bote de spray. Esto suele sugerir un problema con tus pastillas de freno causado por la expansión térmica. También es posible que hayas instalado las equivocadas en tu coche.
Luego está el chirrido, que es otra onomatopeya, y posiblemente la más molesta de todas.
Los chirridos no siempre son tan terribles como parecen, puede ser simplemente que haya agua en tus rotores, lo cual es fácil de solucionar. Aunque también podría significar algo más grave, como el roce de las pastillas de freno con el rotor.
Por último, está el chirrido, que es el sonido más alarmante de oír. ¿Por qué? Porque casi siempre hace que haya que hacer reparaciones, muchas de las cuales son costosas. Afortunadamente, a continuación vamos a tratar las principales razones por las que tus frenos pueden rechinar.
Las 6 razones principales por las que los frenos rechinan
Razón nº 1: Tus pastillas de freno están desgastadas
Las pastillas de freno están hechas de un material que reduce la fricción, normalmente compuesto por una mezcla de grafito, acero, cobre y latón. Por si no lo sabías, son las piezas que se aprietan contra los rotores, creando la fricción que frena el giro de las ruedas.
Si tus pastillas de freno están desgastadas, es decir, no se han cambiado en 25.000 a 60.000 kilómetros, es probable que el acolchado haya desaparecido casi por completo. Esto puede provocar que la superficie metálica de debajo roce con el rotor, lo que se manifestará como un fuerte sonido de chirrido.
Cambiar las pastillas de freno por ti mismo no está mal, pero requiere un poco de tiempo. Si acabas dejando que un profesional se encargue de ello, espera gastar hasta 300 dólares por eje.
Razón nº 2: Hay que cambiar un rotor
Son los discos metálicos brillantes que ves entre los radios de las ruedas. Son la parte contra la que las pinzas aprietan las pastillas de freno, lo que frena el vehículo.
Como están cerca del suelo, soportan mucho desgaste, lo que puede provocar que se oxiden o se deformen. Afortunadamente, siguen durando entre 30.000 y 70.000 kilómetros, sobre todo si los cuidas.
Una forma fiable de hacerlo es utilizar un limpiador de frenos una vez al mes y darles un buen repaso. Sin embargo, si desarrollan problemas de oxidación, es muy probable que provoquen un sonido de chirrido.
El coste total de la sustitución de los rotores es de unos 400 dólares por cada eje. Afortunadamente, es posible que sólo tengas que repasarlos, lo que cuesta entre 10 y 20 dólares por rotor y debería eliminar cualquier chirrido.
Razón #3: Tus pastillas de freno son de baja calidad
Aunque siempre está bien ahorrarse unos cuantos dólares aquí y allá, no suele ser una opción inteligente cuando se trata de pastillas de freno. Un precio más bajo casi siempre significa una calidad inferior. Es decir, pueden costar menos al principio, pero hacen que se necesiten reparaciones o sustituciones más frecuentes.
Las pastillas de freno de menor calidad también suelen contener más metal, lo que las hace más propensas al ruido en comparación con una opción más cara.
¿Cuál es la solución? Bueno, si ya tienes instaladas pastillas de baja calidad, la única opción real es sustituirlas o aguantarse. Sin embargo, si el ruido que se produce es más un chirrido que un chirrido, puede que sólo tengas que volver a recubrir los rotores.
Razón #4: El sistema de frenos necesita lubricación
Imagina que corres una maratón sin agua, ¿te parece divertido? Lo mismo ocurre con los frenos de tu coche. Si no reciben suficiente lubricación, es muy probable que acabe surgiendo un sonido de chirrido.
Principalmente se trata de los tornillos de la pinza, que son los encargados de sujetar la pinza de freno en su sitio. Si se oxidan, puede producirse un sonido de chirrido.
Aunque puedes sustituirlos tú mismo por un precio bastante económico, puede ser más fácil que se encargue un taller. En cualquier caso, para evitar que se convierta en un problema, asegúrate de lubricarlas una vez al mes.
Razón #5: Puede que tengas un rodamiento de rueda defectuoso
Los rodamientos de rueda son los que permiten que tus ruedas giren durante kilómetros y kilómetros sin sobrecalentarse. Si hay un problema con uno de ellos, o si hay residuos en su interior, puede producirse un fuerte sonido de chirrido.
También puedes notar una vibración procedente de tu coche, que aumenta hasta un punto alto y luego vuelve a bajar. La sensación puede ser similar a la de pasar por una banda de rodadura en el arcén. Además, otro indicio es si notas un desgaste desigual en los neumáticos.
Afortunadamente, los problemas con los rodamientos de las ruedas no son demasiado comunes, ya que suelen durar entre 75.000 y 100.000. Sin embargo, cuando ocurran, espera gastar hasta 700 dólares para que un taller los sustituya.
Razón #6: Tu coche ha estado almacenado
Aquí hay una fácil: la falta de uso. Si has empezado a usar tu coche recientemente después de que haya estado parado durante un tiempo, es muy probable que los frenos rechinen. ¿Por qué? Porque si ha estado mal guardado, puede haber desarrollado problemas de óxido.
Por suerte, si tienes la costumbre de dar una vuelta a tu coche una vez al mes, esto no debería ser un problema.
También puedes poner de tu parte para evitar el óxido mientras el vehículo está parado. Algunas formas son utilizar una funda para el coche, aparcar encima de una lona y quitar las ruedas y envolver los rotores expuestos en bolsas de plástico.
¿Es seguro conducir con los frenos molidos?
Los frenos son el sistema de seguridad más importante de tu coche. Entonces, ¿qué opinas? ¿Es seguro conducir con frenos que rechinan?
El rechinamiento significa que está ocurriendo algo que no debería. Si decides ignorarlo, no sólo puede agravarse el problema, sino también el peligro.
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