Tracción trasera: todo sobre los sistemas de tracción

Si estás interesado en conocer más sobre los sistemas de tracción en los vehículos, has llegado al lugar indicado. En este post, te vamos a contar todo sobre los sistemas de tracción trasera, sus ventajas, desventajas y cómo funcionan en diferentes condiciones de manejo. ¡Sigue leyendo para descubrirlo!

Tipos de tracción en un coche

Tracción delantera

La tracción delantera es un sistema en el que la potencia del motor se transmite a las ruedas delanteras del vehículo. Este tipo de tracción es común en la mayoría de los coches de paseo y sedanes. Algunas de las ventajas de la tracción delantera son su menor peso, menor costo de fabricación y su eficiencia en condiciones climáticas adversas, como la lluvia o la nieve. Sin embargo, la tracción delantera tiende a generar subviraje en situaciones de alta exigencia, lo que puede afectar la estabilidad del vehículo en curvas cerradas o a alta velocidad.

En términos de rendimiento, los coches con tracción delantera tienden a tener una distribución de peso más equilibrada, lo que les permite tener una mejor eficiencia en cuanto a consumo de combustible y menor desgaste de neumáticos. Además, al tener un menor número de componentes en la transmisión, su mantenimiento suele ser más sencillo y económico.

Tracción trasera

Tracción trasera

La tracción trasera es un sistema en el que la potencia del motor se transmite a las ruedas traseras del vehículo. Los coches con tracción trasera tienden a tener un mejor equilibrio de peso, lo que favorece su comportamiento en situaciones de alta exigencia, como la conducción deportiva o en circuito. Además, al no tener que lidiar con la transmisión de la potencia y la dirección en un mismo eje, la tracción trasera tiende a ofrecer una mejor sensación de manejo y control para el conductor.

Por otro lado, la tracción trasera tiende a ser menos eficiente en términos de consumo de combustible y desgaste de neumáticos. También puede resultar menos segura en condiciones climáticas adversas, como la lluvia o la nieve, ya que tiende a generar sobreviraje, lo que puede hacer que el vehículo pierda tracción en curvas cerradas o a alta velocidad.

Tracción total (4×4)

La tracción total, conocida también como 4×4, es un sistema en el que la potencia del motor se transmite a las cuatro ruedas del vehículo. Este tipo de tracción es común en vehículos todoterreno y SUVs, ya que les permite tener un mejor desempeño en terrenos difíciles, como caminos sin pavimentar, arena, barro o nieve. La tracción total suele ofrecer una mayor capacidad de tracción y control en condiciones adversas, lo que la convierte en una opción ideal para quienes buscan explorar terrenos fuera del asfalto.

En términos de rendimiento, la tracción total tiende a ser menos eficiente en cuanto a consumo de combustible y desgaste de neumáticos, debido al mayor número de componentes y la complejidad del sistema. Sin embargo, para quienes buscan aventuras fuera de carretera, la tracción total es una opción que les brinda mayor confianza y seguridad en entornos exigentes.

Funcionamiento de la tracción delantera

Funcionamiento de la tracción delantera

La tracción delantera funciona transmitiendo la potencia del motor a las ruedas delanteras a través de una transmisión y un diferencial. Cuando el conductor acelera, la potencia se transfiere a las ruedas delanteras, lo que les permite impulsar el vehículo hacia adelante. Este sistema tiende a generar un comportamiento más predecible y estable en condiciones normales de manejo, lo que lo hace ideal para coches de paseo y sedanes.

En situaciones de baja adherencia, como la lluvia o la nieve, la tracción delantera permite que las ruedas motrices tengan un mejor agarre al suelo, lo que favorece la estabilidad y el control del vehículo. Sin embargo, al tratarse de un sistema que concentra la potencia y la dirección en un mismo eje, la tracción delantera tiende a presentar subviraje en situaciones de alta exigencia, lo que puede afectar la capacidad de giro del vehículo.

Funcionamiento de la tracción trasera

La tracción trasera funciona transmitiendo la potencia del motor a las ruedas traseras a través de una transmisión y un diferencial. Esta configuración permite que las ruedas delanteras se encarguen únicamente de la dirección, mientras que las ruedas traseras se encargan de la tracción. Esto genera un comportamiento más deportivo y equilibrado en situaciones de alta exigencia, como la conducción a alta velocidad o en circuito.

En condiciones normales de manejo, la tracción trasera puede ofrecer una sensación de manejo más dinámica y precisa, ya que separa las funciones de tracción y dirección en ejes diferentes. Sin embargo, en situaciones de baja adherencia, como la lluvia o la nieve, la tracción trasera tiende a generar sobreviraje, lo que puede afectar la estabilidad y el control del vehículo.

Comparativa entre tracción delantera y tracción trasera

Comparativa entre tracción delantera y tracción trasera

Tracción delantera Tracción trasera
Estabilidad en condiciones normales Mayor estabilidad debido al peso del motor sobre las ruedas motrices. Menor estabilidad debido a la distribución de peso más equilibrada.
Comportamiento en curvas cerradas Tiende a presentar subviraje, lo que limita la capacidad de giro del vehículo. Tiende a presentar sobreviraje, lo que puede afectar la estabilidad en curvas cerradas.
Consumo de combustible Generalmente más eficiente en consumo de combustible debido a la distribución de peso. Generalmente menos eficiente en consumo de combustible debido al peso y la complejidad del sistema.
Desgaste de neumáticos Menor desgaste de neumáticos debido a la distribución de peso y la tracción en las ruedas motrices. Mayor desgaste de neumáticos debido a la distribución de peso y el comportamiento en curvas cerradas.

Conclusiones

La elección entre tracción delantera y tracción trasera dependerá en gran medida del tipo de conducción que se espera realizar. Si se busca un comportamiento más predecible y estable en condiciones normales de manejo, la tracción delantera puede ser la opción ideal. Por otro lado, si se busca un comportamiento más deportivo y dinámico, la tracción trasera puede ofrecer la sensación de manejo deseada.

En ambos casos, es importante considerar las condiciones climáticas y el uso que se le dará al vehículo, ya que cada tipo de tracción tiene sus ventajas y desventajas en situaciones específicas. Además, la tecnología de tracción total (4×4) puede ser una opción a considerar para aquellos que buscan un equilibrio entre desempeño en carretera y capacidad fuera del asfalto.

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