El nuevo Seat León Sp 2.0 Tdi 85Kw 115cv Style Go es un coche que combina un diseño elegante y deportivo con un rendimiento excepcional. Este modelo cuenta con una serie de características que lo hacen único en su clase y lo convierten en una opción ideal para aquellos que buscan un coche con estilo y potencia.
Destacan en este vehículo su potente motor TDI de 115 caballos de fuerza y su consumo eficiente de combustible, lo que lo convierte en una opción perfecta para aquellos que buscan un coche de alto rendimiento sin sacrificar la eficiencia. Además, este modelo cuenta con un distintivo de emisiones “C”, lo que significa que cumple con los estándares de emisiones más estrictos.
Características del Seat León Sp 2.0 Tdi 85Kw 115cv Style Go
Distintivo de emisiones:
C
Emisiones:
106 g/km
Largo:
4,282 mm
Alto:
1,459 mm
Ancho:
1,816 mm
Litros:
380 L
Aceleración:
0-100 km/h en 9,9 segundos
Cilindrada:
1,968 cc
Velocidad máxima:
202 km/h
Tracción:
Delantera
Cambio:
Manual
Combustible:
Diesel
Potencia:
115.0
Puertas:
5.0
El Seat León Sp 2.0 Tdi 85Kw 115cv Style Go es ideal para aquellos que buscan un coche con una combinación única de estilo y rendimiento. Su diseño deportivo y elegante es perfecto para aquellos que buscan un coche que llame la atención en la carretera. Además, su potente motor TDI y su consumo eficiente de combustible lo hacen perfecto para aquellos que buscan un coche de alto rendimiento que no comprometa la eficiencia.
El Seat León Sp 2.0 Tdi 85Kw 115cv Style Go es ideal para:
Conducir en la ciudad: Gracias a su tamaño compacto y su eficiente consumo de combustible, este coche es perfecto para conducir en la ciudad.
Conducir en carretera: Su potente motor TDI y su diseño aerodinámico hacen que este coche sea perfecto para conducir en carretera.
Conducir en familia: Con su amplio espacio interior y su maletero de 380 litros, este coche es perfecto para familias de hasta 5 personas.
Motor: Es el corazón del coche, su función es convertir la energía del combustible en movimiento para que el vehículo se desplace.
Transmisión: Se encarga de transmitir la potencia del motor a las ruedas para que el vehículo pueda moverse. Puede ser manual o automática.
Suspensión: Es el sistema encargado de absorber las irregularidades del terreno y mantener el contacto de las ruedas con el suelo. Un buen sistema de suspensión garantiza una conducción más cómoda y segura.
Frenos: Su función es detener el vehículo cuando es necesario. Los frenos pueden ser de disco o de tambor.
Neumáticos: Son los encargados de soportar el peso del vehículo y proporcionar tracción. Es importante mantenerlos en buen estado para garantizar una conducción segura.
Sistema de dirección: Permite al conductor controlar la dirección del vehículo. Puede ser asistido o no asistido.
Sistema eléctrico: Es el encargado de proporcionar energía a todos los componentes eléctricos del vehículo, como luces, radio, aire acondicionado, etc.
Carrocería: Es la estructura del vehículo que le da forma y protege a los ocupantes en caso de accidente.
Interior: Incluye los asientos, el salpicadero, la consola central y todos los elementos que hacen la experiencia de conducción más cómoda y agradable.
Motor: El motor es el corazón del coche, es el encargado de transformar la energía del combustible en movimiento.
Suspensión: La suspensión es el sistema encargado de absorber las irregularidades del terreno para ofrecer un confort de marcha y una estabilidad adecuada.
Neumáticos: Los neumáticos son el único punto de contacto del coche con el suelo, por lo que su elección y mantenimiento son fundamentales para una conducción segura.
Frenos: Los frenos son el sistema encargado de detener el coche, por lo que su buen funcionamiento es imprescindible para una conducción segura.
Transmisión: La transmisión es el conjunto de elementos encargados de transmitir la potencia del motor a las ruedas.
Motor: Es la parte del coche que se encarga de convertir la energía en movimiento. Hay diferentes tipos de motores, como los de combustión interna o los eléctricos.
Suspensión: Es el sistema encargado de absorber las irregularidades del terreno para mantener la estabilidad y comodidad del vehículo. Puede ser de diferentes tipos, como la suspensión independiente o la de eje rígido.
Frenos: Son el sistema encargado de detener el vehículo. Pueden ser de diferentes tipos, como los frenos de disco o los frenos de tambor.
Transmisión: Es el sistema encargado de enviar la potencia del motor a las ruedas para mover el vehículo. Puede ser de diferentes tipos, como la transmisión manual o la automática.
Neumáticos: Son los elementos que entran en contacto con el suelo y proporcionan la tracción necesaria para mover el vehículo. Pueden ser de diferentes tipos, como los neumáticos de verano o los de invierno.
Motor: Es el componente principal del vehículo que se encarga de generar la energía necesaria para el movimiento del mismo. Existen diferentes tipos de motores, como el de combustión interna, eléctrico o híbrido.
Transmisión: Es el sistema encargado de transmitir la energía generada por el motor a las ruedas del vehículo. Puede ser manual o automática, y se compone de diferentes elementos, como el embrague, la caja de cambios o la transmisión final.
Suspensión: Es un conjunto de elementos que se encargan de amortiguar las vibraciones y los impactos que sufre el vehículo durante la circulación. Está compuesta por amortiguadores, muelles, barras estabilizadoras y otros elementos.
Frenos: Son el sistema encargado de detener el vehículo cuando es necesario. Se compone de diferentes elementos, como el pedal de freno, las pastillas, los discos o los tambores.
Neumáticos: Son los elementos que permiten el contacto del vehículo con el suelo. Se encargan de proporcionar la adherencia necesaria para la circulación, y deben estar en buenas condiciones para garantizar la seguridad en la carretera.
