El Toyota Proace City Combi 100cv L1 GX es un vehículo versátil y funcional que se adapta perfectamente a cualquier necesidad. Con un diseño moderno y elegante, este coche ofrece un alto nivel de confort y seguridad para sus ocupantes, convirtiéndose en una excelente opción para aquellos que buscan un vehículo de alta calidad.
Entre las características más importantes del Toyota Proace City Combi 100cv L1 GX destacan su bajo consumo, su distintivo de emisiones ECO, su amplio espacio interior y su potente motor diesel de 102CV. Además, cuenta con tracción delantera y cambio manual, lo que lo hace muy fácil de manejar en cualquier situación.
Características del Toyota Proace City Combi 100cv L1 GX
Consumo:
5 L/100km
Distintivo de emisiones:
ECO
Emisiones:
133 g/km
Largo:
4.403 mm
Alto:
1.847 mm
Ancho:
1.848 mm
Litros:
4.400 L
Aceleración:
12.3 s
Cilindrada:
1,499 cc
Velocidad máxima:
170 km/h
Tracción:
Delantera
Cambio:
Manual
Combustible:
Diesel
Potencia:
102.0 CV
Puertas:
5
El Toyota Proace City Combi 100cv L1 GX es una excelente opción para aquellos que buscan un coche cómodo y espacioso para realizar viajes largos en familia o con amigos. Además, su bajo consumo y distintivo de emisiones ECO lo hacen ideal para aquellos que buscan un coche respetuoso con el medio ambiente. Por otro lado, su potente motor diesel y su tracción delantera lo convierten en una excelente opción para aquellos que necesitan un vehículo para trabajar, ya que es capaz de transportar cargas pesadas con facilidad.
El Toyota Proace City Combi 100cv L1 GX es ideal para:
Familias: gracias a su amplio espacio interior y su alto nivel de confort, este coche es perfecto para realizar viajes largos en familia.
Profesionales: su potente motor diesel y su tracción delantera lo hacen ideal para aquellos que necesitan un vehículo para trabajar y transportar cargas pesadas.
Amantes del medio ambiente: su bajo consumo y distintivo de emisiones ECO lo convierten en una excelente opción para aquellos que buscan un coche respetuoso con el medio ambiente.
Motor: Es el componente del coche encargado de generar la energía necesaria para moverlo. Hay diferentes tipos de motores, como los de combustión interna, eléctricos o híbridos.
Suspensión: Sistema que conecta las ruedas del coche con la carrocería, permitiendo que las ruedas se adapten a los desniveles del terreno y proporcionando una conducción más cómoda y segura.
Frenos: Sistema encargado de detener el movimiento del coche. Los frenos pueden ser de disco o tambor y su correcto funcionamiento es esencial para la seguridad en la conducción.
Transmisión: Conjunto de componentes que transmiten la energía del motor a las ruedas del coche. Puede ser manual o automática y su correcto mantenimiento es fundamental para prolongar la vida útil del vehículo.
Sistema de dirección: Conjunto de elementos que permiten al conductor controlar la dirección del coche. Incluye la columna de dirección, la caja de dirección y las ruedas delanteras.
Sistema de frenado: El sistema de frenado es uno de los elementos más importantes de un coche, ya que permite detener el vehículo de manera segura y rápida. El sistema de frenado se compone de varias piezas, como el disco de freno, la pinza y la pastilla de freno.
Motor: El motor es el corazón del coche, es el encargado de generar la energía necesaria para que el vehículo se mueva. Los motores pueden ser de diferentes tipos, como el motor de combustión interna o el motor eléctrico.
Transmisión: La transmisión es el sistema encargado de transmitir la potencia generada por el motor a las ruedas del coche. La transmisión puede ser manual o automática.
Suspensión: La suspensión es el sistema que permite absorber los impactos y las irregularidades del terreno, proporcionando una conducción más cómoda y segura. La suspensión se compone de diferentes elementos, como los amortiguadores y los muelles.
Neumáticos: Los neumáticos son los encargados de proporcionar el agarre necesario al coche para que este pueda desplazarse por la carretera. Es importante mantener los neumáticos en buen estado para garantizar la seguridad en la conducción.
Sistema de frenos: El sistema de frenos es uno de los componentes más importantes de un coche. Este sistema es el encargado de detener el vehículo cuando es necesario. Se compone de discos, pastillas, pinzas y líquido de frenos.
Suspensión: El sistema de suspensión es el encargado de mantener el contacto de las ruedas con el suelo. Este sistema está compuesto por amortiguadores, muelles, barras estabilizadoras y brazos de suspensión.
Motor: El motor es el corazón del coche. Es el encargado de generar la potencia necesaria para mover el vehículo. Se compone de pistones, bielas, cigüeñal, árbol de levas, válvulas y sistema de inyección o carburación.
Transmisión: La transmisión es el sistema encargado de transmitir la potencia del motor a las ruedas. Se compone de caja de cambios, embrague y diferencial.
Sistema eléctrico: El sistema eléctrico es el encargado de suministrar energía eléctrica a todos los componentes del coche. Se compone de batería, alternador, motor de arranque y cableado eléctrico.
Turbo: Dispositivo que aumenta la potencia del motor al comprimir el aire que entra en los cilindros.
Frenos de disco: Sistema de frenado compuesto por un disco y unas pinzas que presionan las pastillas contra el disco para detener el vehículo.
Suspensión independiente: Sistema de suspensión en el que cada rueda se mueve de manera independiente, lo que mejora la estabilidad y el confort de conducción.
Caja de cambios automática: Sistema de transmisión que cambia automáticamente las marchas según la velocidad y la aceleración del vehículo.
Sensor de aparcamiento: Dispositivo que detecta la presencia de obstáculos alrededor del vehículo y emite una señal sonora para evitar colisiones al aparcar.
