El Kia Sportage 1.6 MHEV Drive Plus 136CV 4×2 es un vehículo híbrido que destaca por su gran eficiencia energética y su diseño moderno y elegante. Este coche cuenta con un sistema de propulsión híbrido que combina un motor de gasolina con uno eléctrico, lo que se traduce en un menor consumo de combustible y unas emisiones más bajas.
Este modelo de Kia es perfecto para aquellos que buscan un vehículo práctico y versátil para el día a día, pero que también quieren disfrutar de una conducción suave y confortable. Además, cuenta con una amplia variedad de características que lo hacen ideal para cualquier tipo de usuario.
Características del Kia Sportage 1.6 MHEV Drive Plus 136CV 4×2
Consumo:
5.5 l/100km
Distintivo de emisiones:
Eco
Emisiones:
125 g/km
Largo:
4.485 mm
Alto:
1.645 mm
Ancho:
1.855 mm
Litros:
491 l
Aceleración:
10.8 s
Cilindrada:
1,598 cc
Velocidad máxima:
181 km/h
Tracción:
4×2
Cambio:
Manual
Combustible:
Híbrido
Potencia:
136.0 CV
Puertas:
5.0
El Kia Sportage 1.6 MHEV Drive Plus 136CV 4×2 es un coche ideal para aquellos que buscan un vehículo práctico y eficiente para el día a día. Con su sistema de propulsión híbrido, este coche ofrece un menor consumo de combustible y unas emisiones más bajas, lo que lo hace perfecto para aquellos que quieren reducir su impacto ambiental.
El Kia Sportage 1.6 MHEV Drive Plus 136CV 4×2 es ideal para:
Ciudad: Su tamaño compacto y su sistema de propulsión híbrido lo hacen ideal para moverse por la ciudad de forma eficiente y cómoda.
Familias: Con su amplio maletero y su capacidad para cinco pasajeros, el Kia Sportage es perfecto para familias que buscan un coche práctico y versátil.
Aventureros: Gracias a su tracción 4×2, este coche es perfecto para aquellos que quieren salir de la ciudad y explorar nuevos lugares con comodidad y seguridad.
Motor: Es el componente principal del coche que se encarga de convertir la energía en movimiento y potencia.
Suspensión: Conjunto de elementos que permiten la amortiguación y el control de la dirección del vehículo.
Frenos: Sistema encargado de detener el vehículo mediante la fricción de las pastillas con los discos o tambores de freno.
Neumáticos: Elementos que hacen contacto con el suelo y proporcionan la tracción necesaria para mover el vehículo.
Caja de cambios: Transmite la potencia del motor a las ruedas a través de diferentes marchas.
Sistema eléctrico: Se encarga de suministrar energía a los diferentes componentes eléctricos del vehículo, como las luces o el sistema de audio.
Sistema de dirección: Permite el control de la dirección del vehículo mediante un volante o una palanca.
Motor: Es el componente principal del coche que se encarga de convertir la energía del combustible en movimiento.
Neumáticos: Son las piezas que permiten la conexión entre el coche y el suelo, proporcionando tracción, frenado y estabilidad.
Sistema de frenos: Es el conjunto de elementos que se encarga de detener el coche, compuesto por discos, pastillas, calipers, cilindros y líneas de freno.
Suspensión: Es el sistema que permite que las ruedas del coche se adapten a las irregularidades del terreno, proporcionando comodidad y estabilidad al conductor y los pasajeros.
Transmisión: Es el conjunto de elementos que se encarga de transmitir la energía del motor a las ruedas, permitiendo el movimiento del coche.
Sistema eléctrico: Es el conjunto de elementos que se encarga de mantener en funcionamiento los sistemas eléctricos del coche, como las luces, la radio, el aire acondicionado, etc.
Motor: Componente que convierte el combustible en energía mecánica para propulsar el vehículo.
Suspensión: Conjunto de elementos que permiten amortiguar las irregularidades del terreno y mantener la estabilidad del vehículo.
Frenos: Sistema que permite detener el vehículo mediante la fricción de las pastillas con los discos o tambores.
Transmisión: Sistema encargado de transmitir la potencia del motor a las ruedas.
Neumáticos: Componentes que permiten la conexión entre el vehículo y la carretera, proporcionando agarre y estabilidad.
Carrocería: Estructura del vehículo que protege a los ocupantes y da forma al mismo.
Motor: Es el componente que se encarga de generar la fuerza necesaria para mover el vehículo. Puede ser de gasolina, diésel, eléctrico, híbrido, entre otros.
Suspensión: Es el sistema que conecta las ruedas al chasis del vehículo y permite que la carrocería se mantenga estable en todo momento. Incluye amortiguadores, resortes y otros elementos.
Transmisión: Es el conjunto de componentes encargados de transmitir la fuerza generada por el motor a las ruedas para que estas se muevan. Puede ser manual, automática, de doble embrague, entre otras.
Frenos: Son el sistema encargado de detener el vehículo cuando es necesario. Incluye discos, tambores, pinzas, pastillas, entre otros elementos.
Neumáticos: Son el único punto de contacto entre el vehículo y la carretera. Deben ser de buena calidad y estar en buen estado para garantizar una conducción segura y eficiente.
Carrocería: Es la parte exterior del vehículo que protege a los ocupantes y al motor. Debe ser resistente, ligera y aerodinámica para lograr un buen rendimiento.
Sistema eléctrico: Es el conjunto de componentes eléctricos que permiten que el vehículo funcione correctamente. Incluye la batería, el alternador, el sistema de luces, entre otros elementos.
Interior: Es la parte del vehículo destinada a los ocupantes. Incluye asientos, tablero, sistema de sonido, entre otros elementos que deben ser cómodos y funcionales.
