El FIAT 500 eléctrico Icon 85kW 118CV (automático) es un coche urbano que combina elegancia y eficiencia. Este modelo 100% eléctrico tiene una potencia de 118CV y una aceleración de 0 a 100 km/h en 9 segundos, lo que lo convierte en un coche ágil y con una excelente respuesta en ciudad. Además, su diseño icónico y compacto lo hacen perfecto para moverse por la ciudad con facilidad.
Entre las características más importantes de este modelo se encuentra su consumo de 13,8 kWh/100 km, su distintivo de emisiones CERO, y sus emisiones de CO2 nulas. Además, cuenta con una longitud de 3,63 metros, una altura de 1,49 metros y un ancho de 1,68 metros, ofreciendo un espacio confortable en su interior con una capacidad de 185 litros en su maletero.
Características del FIAT 500 eléctrico Icon 85kW 118CV (automático)
Consumo
13,8 kWh/100 km
Distintivo de emisiones
CERO
Emisiones de CO2
Nulas
Largo
3,63 metros
Alto
1,49 metros
Ancho
1,68 metros
Litros
185 litros
Aceleración
0-100 km/h en 9 segundos
Cilindrada
85 kW
Velocidad máxima
150 km/h
Tracción
Delantera
Cambio
Automático
Combustible
Eléctrico
Potencia
118 CV
Puertas
5 puertas
El FIAT 500 eléctrico Icon 85kW 118CV (automático) es ideal para:
Ciudad: Gracias a su diseño compacto, su agilidad en ciudad y su bajo consumo, es perfecto para moverse por el tráfico urbano y estacionar fácilmente en cualquier espacio.
Conducción eficiente: Este modelo es 100% eléctrico, lo que lo hace ideal para aquellos conductores que buscan reducir su huella de carbono y tener una conducción más sostenible.
Motor: Es el componente principal del coche que permite su movimiento. Puede ser de gasolina, diésel, eléctrico o híbrido.
Suspensión: Conjunto de elementos que permiten la absorción de las irregularidades del terreno para ofrecer una conducción más cómoda y segura.
Transmisión: Sistema que transmite la potencia del motor a las ruedas para que el coche se mueva. Puede ser manual o automática.
Frenos: Elemento fundamental para la seguridad del coche que permite su detención. Pueden ser de disco o tambor, y pueden incluir sistemas de asistencia como el ABS.
Sistema de dirección: Conjunto de elementos que permiten al conductor controlar la dirección del coche. Puede ser mecánico o asistido.
Neumáticos: Componente que permite la conexión del coche con el suelo. Debe ser adecuado al tipo de vehículo y al uso que se le va a dar.
Sistema eléctrico: Conjunto de elementos que permiten el funcionamiento de todos los componentes eléctricos del coche, como las luces, el sistema de audio o el climatizador.
Carrocería: Es la parte exterior del coche que le da su forma y diseño. Puede ser de diferentes materiales y formas, y puede incluir elementos como el capó, el portón trasero o el parachoques.
Interior: Conjunto de elementos que conforman el habitáculo del coche, incluyendo los asientos, el salpicadero, la consola central o el volante.
Motor: Es el componente que convierte la energía del combustible en movimiento. Puede ser de gasolina, diésel o eléctrico.
Chasis: Es la estructura del vehículo que soporta todos los componentes y ofrece rigidez y estabilidad. Puede ser monocasco o chasis y carrocería separados.
Suspensión: Es el conjunto de elementos que conectan las ruedas al chasis y permiten la absorción de las irregularidades del terreno. Puede ser de varios tipos, como McPherson, doble horquilla o multibrazo.
Transmisión: Es el sistema encargado de transmitir la potencia del motor a las ruedas. Puede ser manual o automática, y de tracción delantera, trasera o integral.
Frenos: Son el sistema encargado de detener el vehículo. Pueden ser de disco o tambor, y deben estar en buen estado para garantizar la seguridad.
Motor: Es el componente principal del coche que se encarga de convertir la energía en movimiento.
Transmisión: Es el sistema que transfiere la potencia del motor a las ruedas del coche.
Suspensión: Es el conjunto de elementos que permiten la absorción de impactos y vibraciones para mejorar la estabilidad y el confort durante la conducción.
Frenos: Son los componentes encargados de detener el coche y mantenerlo parado en una posición determinada.
Neumáticos: Son los elementos que entran en contacto directo con la carretera y proporcionan la tracción y el agarre necesarios para el movimiento del coche.
Carrocería: Es la estructura que protege y da forma al vehículo, también influye en la aerodinámica y el consumo de combustible.
Interior: Es el espacio donde se encuentran los asientos, el volante, la palanca de cambios, los pedales y los sistemas de entretenimiento y climatización.
Sistema eléctrico: Es el conjunto de elementos encargados de proporcionar energía eléctrica al coche y hacer funcionar los sistemas electrónicos y de iluminación.
Combustible: Es el elemento que proporciona la energía necesaria para el funcionamiento del motor.
Motor: Es el componente principal del coche y se encarga de generar la energía necesaria para su funcionamiento.
Transmisión: Es el sistema encargado de transmitir la potencia del motor a las ruedas para que el vehículo se mueva.
Suspensión: Se encarga de absorber las irregularidades del terreno para proporcionar una conducción más cómoda y segura.
Frenos: Son el sistema encargado de detener el coche y se dividen en frenos de disco y frenos de tambor.
Neumáticos: Son el único punto de contacto entre el coche y el suelo, por lo que su elección es fundamental para un buen rendimiento y seguridad.
Chasis: Es la estructura del coche que sostiene todos los componentes y proporciona rigidez y estabilidad al vehículo.
Sistema eléctrico: Es el sistema encargado de suministrar y distribuir la energía eléctrica necesaria para el funcionamiento de los diferentes componentes del coche.
Aire acondicionado: Es el sistema encargado de regular la temperatura y humedad del habitáculo del coche para proporcionar una conducción más cómoda y agradable.
