Con un consumo bajo y un distintivo de emisiones C, el FIAT 500 Sport 1.0 6v GSE 52KW (70 CV) Híbrido es una excelente opción para aquellos que desean reducir su impacto ambiental sin comprometer el rendimiento. Además, este coche cuenta con una aceleración rápida y una velocidad máxima impresionante, lo que lo convierte en una opción emocionante para aquellos que buscan algo más que un simple vehículo de transporte.
Características del FIAT 500 Sport 1.0 6v GSE 52KW (70 CV) Híbrido
Consumo
3,7 l/100km
Distintivo de emisiones
C
Emisiones
85 g/km
Largo
3.571 mm
Alto
1.488 mm
Ancho
1.633 mm
Litros
185 l
Aceleración
13,8 seg
Cilindrada
999 cc
Velocidad máxima
167 km/h
Tracción
Delantera
Cambio
Manual
Combustible
Híbrido
Potencia
70.0 CV
Puertas
3.0
El FIAT 500 Sport 1.0 6v GSE 52KW (70 CV) Híbrido es ideal para aquellos que desean un coche eficiente y fácil de manejar en la ciudad. Con su diseño compacto y ágil, este coche es perfecto para maniobrar en espacios reducidos y aparcar en lugares ajustados. Además, su motor híbrido ofrece una excelente economía de combustible y una emisión baja de CO2, lo que lo convierte en una opción respetuosa con el medio ambiente.
El FIAT 500 Sport 1.0 6v GSE 52KW (70 CV) Híbrido es ideal para:
Conducir en la ciudad: Gracias a su tamaño compacto y su motor híbrido, este coche es perfecto para moverse por la ciudad de manera eficiente y económica.
Cuidar el medio ambiente: Con su bajo consumo y emisiones reducidas, este coche es una excelente opción para aquellos que desean reducir su huella de carbono.
Manejar un coche con estilo: Con su diseño icónico y moderno, el FIAT 500 Sport 1.0 6v GSE 52KW (70 CV) Híbrido es un coche lleno de personalidad y estilo.
Motor: El motor es el corazón del coche, es el encargado de generar la potencia necesaria para poner en movimiento el vehículo. Existen diferentes tipos de motores, desde los clásicos de combustión interna hasta los eléctricos.
Transmisión: La transmisión es el sistema encargado de transmitir la potencia generada por el motor a las ruedas del coche. También existen diferentes tipos de transmisión, desde las manuales hasta las automáticas.
Suspensión: La suspensión es el conjunto de elementos que conectan las ruedas del coche con la carrocería. Su función principal es absorber las irregularidades del terreno para que los ocupantes del coche viajen de manera confortable.
Frenos: Los frenos son un elemento fundamental de seguridad en el coche. Su función es detener el vehículo de manera controlada y segura. Actualmente, la mayoría de los coches cuentan con frenos de disco en las cuatro ruedas.
Neumáticos: Los neumáticos son el único punto de contacto del coche con el suelo. Su función es proporcionar agarre y estabilidad al vehículo. Es importante elegir el tipo de neumático adecuado según las condiciones de uso.
Sistema eléctrico: El sistema eléctrico del coche es el encargado de alimentar todos los componentes eléctricos del vehículo, desde las luces hasta el sistema de sonido. También es responsable de cargar la batería del coche.
Aire acondicionado: El aire acondicionado es un elemento que se ha vuelto indispensable en los coches modernos. Su función es mantener una temperatura agradable en el interior del vehículo, independientemente de las condiciones climáticas exteriores.
Motor: El motor es el corazón del coche y es el encargado de generar la energía necesaria para el movimiento del vehículo.
Transmisión: La transmisión es la encargada de transmitir la energía generada por el motor a las ruedas para que el coche pueda moverse.
Chasis: El chasis es la estructura principal del coche que sostiene el motor, la transmisión y el resto de los componentes.
Suspensión: La suspensión es el sistema encargado de absorber las vibraciones y los impactos que se producen al circular por carreteras en mal estado.
Frenos: Los frenos son esenciales para la seguridad del vehículo, ya que permiten detener el coche en caso de emergencia.
Neumáticos: Los neumáticos son el único punto de contacto entre el coche y la carretera, por lo que es fundamental que estén en buen estado para garantizar la seguridad y el rendimiento del vehículo.
Sistema eléctrico: El sistema eléctrico es el encargado de suministrar la energía necesaria para el funcionamiento de los diferentes componentes del coche, como las luces, el sistema de audio o el climatizador.
Motor: El corazón del coche, encargado de generar la energía necesaria para moverlo.
Suspensión: Un conjunto de elementos que permiten la comodidad y estabilidad del coche, absorbiendo las irregularidades del camino.
Transmisión: El sistema que permite transferir la potencia generada por el motor a las ruedas del coche.
Frenos: El conjunto de elementos encargado de detener el coche en movimiento.
Neumáticos: Los únicos elementos del coche que están en contacto directo con el suelo.
Caja de cambios: El sistema que permite seleccionar las diferentes relaciones de transmisión para adaptarse a las condiciones de conducción.
Sistema de dirección: El conjunto de elementos que permiten controlar la dirección del coche.
Sistema de refrigeración: El sistema encargado de mantener la temperatura óptima del motor.
Sistema eléctrico: El conjunto de elementos que permiten el funcionamiento de las luces, la radio, el aire acondicionado, entre otros.
Motor: Es el componente principal de un coche, encargado de convertir la energía en movimiento. Existen diferentes tipos de motores, como los de combustión interna, eléctricos o híbridos.
Transmisión: Es el sistema que se encarga de transmitir la energía del motor a las ruedas. Puede ser manual o automático y su función es la de controlar la velocidad y la potencia del coche.
Suspensión: Es el conjunto de elementos que permiten que el coche se mantenga estable y cómodo sobre la carretera. Incluye amortiguadores, muelles y barras estabilizadoras.
Frenos: Son el sistema encargado de detener el coche. Se compone de diferentes elementos, como discos, pastillas y calipers, y puede ser de frenos de tambor o de disco.
Neumáticos: Son los elementos que están en contacto directo con la carretera y permiten la tracción y el movimiento del coche. Deben estar en buen estado para garantizar la seguridad y el rendimiento del vehículo.
Chasis: Es la estructura que sostiene todo el coche. Debe ser resistente y tener una buena rigidez para soportar las distintas fuerzas que actúan sobre él durante la conducción.
Sistema eléctrico: Es el conjunto de elementos eléctricos que permiten el funcionamiento de diferentes partes del coche, como las luces, el sistema de audio o el sistema de climatización.
Sistema de dirección: Es el sistema encargado de controlar la dirección del coche. Puede ser de dirección asistida o no asistida, dependiendo del modelo y la marca.
Carrocería: Es la parte externa del coche, que le da su forma y su aspecto. Debe ser resistente y estar diseñada para absorber los impactos y proteger a los ocupantes en caso de colisión.
